El tratamiento con microagujas dérmicas se realiza con un dispositivo automático de micropunción para inducir la regeneración y el rejuvenecimiento de la piel. La capacidad de penetración del dispositivo se regula en función de la zona que trabajemos y del problema que queremos solucionar.
La técnica de micropunción produce una agresión controlada de la piel, dando lugar a una reacción inflamatoria y a la liberación de los factores de crecimiento, que estimulan la regeneración de la dermis. Además, se generan pequeños microcanales que llevan nutrientes tópicos, utilizados durante el tratamiento, a las capas más profundas de la piel potenciando su efecto.
Para tratamientos donde la profundidad no es mayor a 0,25 mm no se utiliza anestesia. Para tratamientos de más de 0,50 mm de profundidad se recomienda aplicar anestesia tópica 30 minutos antes.