Hay un refrán urbano que seguro hemos podido aplicar todos en algún momento de nuestra vida “noches de desenfreno, mañana de ibuprofeno”, y aunque no os pueda quitar ese mal cuerpo, ni pueda hacer reales esas falsas promesas de “a Dios pongo por testigo que no volveré a beber”, os voy a dar en este post algunas claves para que nuestra piel no sufra tanto ni refleje los daños de la pasada noche.
El alcohol es un deshidratador notorio, por eso es necesario mantener el nivel de hidratación tanto antes como después de la “dichosa fiesta”. Se recomienda beber agua abundante para que nuestra piel no refleje ese aspecto opaco y cansado típico de ese día después. “Nuestro amigo” es un importante diurético por eso necesitamos ese aporte extra de H2O.
Es fundamental cenar apropiadamente, ya que los alimentos logran absorber el alcohol disminuyendo sus efectos en el organismo. Importante también elegir bebidas alcohólicas con menos congéneres.
Los congéneres son sustancias químicas que se producen durante el proceso de fermentación y que dan a la bebida en cuestión un color y sabor únicos (por eso el vino tinto resulta peor para la resaca que el vino blanco). Aun así sabemos que en el momento de fervor nada puede con nosotros y los chupitos van cayendo como si no hubiera un mañana, y ese mañana llega, …y anda que si llega: de golpe y sin avisar.
Ya hemos llegado a casa, ¡esperemos que todavía no haya amanecido, por Dios!, y por muchas ganas que tengas de pillar la cama, deja tu piel limpia, por favor. Os voy a recomendar unos productos de la marca de cosmética Selvert:
Henar Bibian
centro.estetizar.es